lunes, 16 de septiembre de 2013

                                         SUSANITA TIENE UNA CORRUPCIÓN
“Susanita tiene un ratón” cantaban los payasos de la tele allá por el principio de los 80, justo cuando empezó la dinastía sevillana del partido más corrupto de la democracia, salvando a CiU y Unió Mallorquina. Poco después, el gato que aparecía en la foto del Clan de la Tortilla se comería al ratón de Susi, y la niñita se quedaría sola, jugando con el monopoly socialista de la “compañera Josefina”, que señorita y Pepis son dos expresiones fascistas y machistas como saben todas y todos los buenos y buenas ciudadanas y ciudadanos andaluces y andaluzas. ¡ Arsa y olé, Torre del Oro¡
Un banquillo con futuro
 A los que nos tragamos íntegro el discurso de la señora presidenta de Andalucía nos quedaron bien patentes dos cosas: ni la humildad ni la modestia habitan la casa de la señora pese a que blasone de ser hija de un plomero; ni su verbo ni capacidad tienen que ver con doña Victoria Kent o doña Clara Campoamor. Nada extraño. Doña Susana ha abrevado del aparato y sinecuras del partido desde su más tierna adolescencia. Fue preboste de las juventudes hasta una edad en que la mayoría de las ciudadanas andaluzas han sido madres varias veces, y terminó, “laus Deo”,  la licenciatura en derecho cuando la mayoría de sus contemporáneas acumulaban doctorados y quinquenios de experiencia.
Doña Susana no ha tenido tiempo para trabajar
No, la señora presidenta no buscó su inspiración en la gallega Concepción Arenal o en la madrileña Clara Campoamor, ni siquiera en la malagueña Victoria Kent. Como buena mujer de partido de izquierdas tenía modelos más contemporáneos y más a mano, y oyéndola uno no pudo sino acordarse del grácil verbo de la rondeña Rosa Conde Gutiérrez del Álamo, portavoz de la 3ª legislatura de Felipe González; o la locuacidad y categoría intelectual de María del Carmen Calvo Poyato,  ministra de cultura zapaterista en el periodo 2004-2007 y anteriormente consejera del ramo en nuestra sufrida autonomía.
 Con semejante bagaje a cuestas, su lozanía y naturalidad, tratará doña Susana de mantenerse a flote en la ciénaga de los ERE, ¡ o tempora, o mores ¡, y tratar de ocultar su pecado original: haber utilizado las prebendas de su cargo institucional para hacer acopio de los avales de los compañeros y compañeras en las frustradas primarias del partido. Todavía lo recuerdan en Carboneras, donde el sector mayoritario, con gregarismo lacayuno, ofrendó a la entonces candidata los avales unánimemente. Ella, previamente, ya con ínfulas de virreina, había solicitado encarecidamente escolta policial a las autoridades del municipio. Y es que uno no es “nadie” sino va acompañado de uniformes verdes o azules.
Democracia y transparencia están en duda con estos antecedentes
El caso es que sus predecesores en el cargo pueden verse escoltados en breve por la fuerza policial, pero entrando en los tribunales, por muy superiores o supremos que éstos sean. A pesar del afán por presentar el caso como un hecho aislado de cuatro golfos, los estudiosos de la autonomía lo ven como la punta del iceberg (recordemos que tuvo su origen en una investigación al hilo del Caso Mercasevilla, cuando dos conseguidores extorsionaron a un empresario diciéndole: la Junta se porta bien con quien se porta bien con el PSOE) del entramado clientelar, sectario y corrupto en que se ha convertido la administración autonómica tras más de treinta años de dominio absoluto del PSOE.
Pepe "El Calayo" bien escoltado

Pintan bastos para doña Susana. En su afán por llegar a la cima del poder no ha sopesado las consecuencias. La tormenta no ha hecho sino comenzar y las mieles del éxito no han durado cuarenta y ocho horas. Casi cada día la presidenta se desayunará con novedades y nuevos escándalos que roerán irremediablemente el basamento del trono. Nadie la ha recordado a la señora presidenta que se asienta sobre la punta del iceberg, y que con el paso del tiempo estos terminan dándose la vuelta.
          Salud
SK.









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