Crónicas Carboneras

LA INSOPORTABLE LEVEDAD DEL NO SER NADIE

Carboneras es tierra fértil y generosa, pródiga en talentos y portentos; unos inconmensurables, otros más mundanos. En este rincón del Levante vieron la luz marineros y pescadores atrevidos, arrieros incansables, emigrantes sin fronteras (según cuentan, cuando los norteamericanos llegaron a la luna encontraron allí a dos  indígenas carboneros buscando trabajo) y abnegados hortelanos que cultivaban con esmero verduras muy apreciadas en las mejores mesas de la provincia y más allá. De hecho, a los vecinos de una pedanía les llaman “Picantes” en honor a los fabulosos y ardientes pimientos que se cultivaban y aún se cultivan en sus fecundas huertas.

Carboneras también es tierra acogedora. En ella buscaron y buscan refugio e inspiración notables artistas de todo el orbe y de múltiples disciplinas. Hace poco se abrió al público en el Castillo de San Andrés una exposición de pintura y escultura de los talentos artísticos que pasaron por acá, o aún viven aquí. Y hay hueco para los autóctonos, como J.F., que expone una propuesta dionisíaca y megalómana de monumento a la música: 15 metros de altura y 16X10 de base, muy acorde con lo que cuenta el artista, pues dejó un futuro prometedor de éxito y lujo para comer amor, pan y cebolla pegado al terruño. ¡ Son tus perjúmenes mujer…!

Por cierto, inédito en la exposición está el polifacético pintor Fernández, tío carnal del actual portavoz del psoe local, y para desgracia del buen gusto presente en muchos rincones del municipio, de los cuales se apropió impunemente y con alevosía en sus años de malgobierno, plantando sus “obras” de abominable calidad y atentando contra la decencia y los criterios éticos y estéticos más elementales. Hay herencias tremendas y tremebundas.


Carboneras, terreno abonado, ha parido otro ingenio. Hácese llamar Muñoz Espinosa, por mor del destino veterinario clínico de perros, gatos y aves rapaces de variados picos, hábitos y plumajes. Muñoz ha sido investido presidente de la AET, y como a todo buen vecino, se le ha subido el cargo al ático y la azotea. Muñoz ha pasado de secretario de minucias en el PP local, a presidente “facebookero” del empresariado turístico. Y eso se nota. Como buen pepero carbonero tiene el culo inquieto y de mal asiento, y se obstina la eminencia en desconocer la historia del ínclito J. Túnez, que pasó de señalar con el dedo cual Colón carbonero a “los bribones que se construyen esas mansiones con el dinero que les roban a los carboneros con Galasa” (véase guerra del agua de los 90); a tomar en franco acompañamiento y hermanamiento, combinados de alta graduación alcohólica en las terrazas de verano del pueblecico, en compañía de tan conspicuos rateros y apandadores del ala siniestra.

La historia se repite como farsa. Y si otros plantean la batalla con los THMs, los unos con los RSU, que eso de solazarse en el fango y la ponzoña es una querencia casi animal de célebres ciudadanos. Es por ello que los rebuznos de amor no tardan en transformarse en gruñidos de odio. Es la querencia natural al chiscón, la zahúrda y el refocile casposo. Quizás por limpiarse esa mancha, algún concejal asalta los mares urbanos armado de arpones varios, cual Neptuno de pacotilla, pasándose por el forro las normas de baño y al rancio apóstrofe de “Usted no sabe con quién está hablando.” 
No pasa el tiempo.

Tampoco para los mozalbetes de la progresía pesebrera. Como no se lavan las manos ni se enjuagan la boca con agua de Galasa han depuesto hace poco la máxima de “Las ratas y cucarachas del PP-Gicar”. 
¡Qué chiquillos!

Don José L. A. Fernández, antepenúltimo, portavoz del PSOE, bailando la conga en medio de la carretra ante la condescendiente mirada de las fuerzas del orden. ¡ Estos niños !

 Atribuyen las criaturas la paternidad o propiedad de estos inseparables e ingratos compañeros de la humanidad a los actuales gestores de las arcas públicas. Si es que cuando uno se enjuaga la boca con ron Cacique y naranja es mejor no arrimarse a las redes sociales, menos aún a las cuatro de la madrugada bajo los efectos de tan refrescantes combinaciones y el influjo de los sutiles efluvios de los humos de la madrugada. Ser la “generación mejor preparada de la historia”, como así mismos se llaman en un notorio ejemplo de humildad, los habilita para cualquier tipo de despropósito. Desde renegar de los acontecimientos culturales por considerarlos aburridos, hasta asomar la pezuña de la bestia totalitaria e intransigente en cuanto se rasca un poco en su corteza de supuestos demócratas; o Garrafón, el demonio etílico, se introduce en sus cuerpos y se apropia de sus almas.

El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Milan Kundera

Salud

SK.